Hola a todos, libreteros. Aquí os dejo una noticia relacionada con el Quijote que me ha parecido interesante. Especial mención a su autor Jesús
Ruiz Mantilla , Madrid, 1
JUN 2016-19:07 CEST
Del guaraní al chino y al T9:
más de 200 versiones del Quijote
La vigencia de la novela
universal se incrementa sin límite desde que apareció hace más de 400 años en
distintos idiomas hablados y con adelantos tecnológicos
La última versión del Quijote de
la que se tiene noticia es en guaraní. El jesuita español, Bartomeu Melià,
completo parecido con Alonso Quijano, se definía en el último Congreso del Español que tuvo lugar en Puerto Rico como hombre
de selva que es también ratón de biblioteca. Así que hace unos años decidió
traducir El Quijote para desmenuzarlo mejor en sus clases en la lengua
cooficial de Paraguay y está a punto de ser publicada en estos meses. Es la
última versión a una lengua no mayoritaria de la que se tiene noticia. Aunque
la obra de Cervantes empezó a correr en otros idiomas desde muy pronto, sin que
el ansia por universalizar al personaje de la triste figura haya dejado de
latir con fuerza por todas las esquinas.
Primeras versiones
Desde que la novela salió de la
imprenta Juan de la Cuesta, en Madrid, allá por 1605, el Quijote comenzó un
viaje mucho más amplio que el de las correrías llevadas a cabo por el personaje
a lo largo de España. Cervantes se quejó a fondo en diferentes ocasiones de las
copias que se hicieron sin su permiso. Aquella reacción virulenta y
completamente justificada representa una prueba vibrante del enfado que
suscitaba el racaneo con los todavía no reconocidos derechos de autor. Hubo
tres ediciones por parte de Juan de la Cuesta en los primeros años de su
aparición –de las que sí recibió su parte el escritor–, así como copias que se
imprimieron en Bruselas, Lisboa y Milán, editadas en castellano, para dar fe
del interés que rápidamente levantó.
Primeras traducciones
El inglés y el francés fueron los
primeros idiomas a los que se tradujo El Quijote. Thomas Selton comenzó con la
primera parte en 1612 y terminó con la segunda en 1620. Cesar Oudin emprendió
la tarea en Francia en 1614 y François de Rosset siguió en 1618 con la
continuación. Italia, Alemania y Holanda llegaron después. Los italianos
gracias a la versión de Franciosini (1622), los alemanes de la mano de Pahsch
Bastel von der Sohle (1648) y los neerlandeses en 1657. La traducción al
francés sirvió después como base a otras lenguas. No se sacaba el texto
directamente del español, pero multiplicó su expansión durante los siglos XVII
y XVIII, ante todo, en tierras eslavas.
Decenas de lenguas
El Centro Virtual del Instituto Cervantes y la Biblioteca Nacional han emprendido un enorme
esfuerzo en los últimos años por recopilar y llevar cuenta de diferentes
versiones del Quijote en todo el mundo. Hasta ahora, disponen de más de 200 en
las que se puede contar la obra en diversas lenguas: albanés, alemán, árabe,
búlgaro, catalán, checo, chino, coreano, croata, danés, esloveno, esperanto,
estonio, euskera, finés, francés, gallego, georgiano, griego, hebreo, hindi,
holandés, húngaro, inglés, irlandés, islandés, italiano, japonés, latín,
lituano, maltés, noruego, persa, polaco, portugués, rumano, ruso, serbio,
sueco, tagalo, tailandés, turco, vietnamita y yiddish.
El Quijote tecnológico
El lenguaje de la tecnología también ha sabido acercar
el libro a distintos soportes. Gabriel Medina Vílchez lo ha adaptado a T9, en
texto predictivo y con un total de 735 páginas codificadas. Se trata de la
aplicación que se utiliza en los móviles y permite formar palabras presionando
un solo botón de cada letra. La Real Academia Española lanzó por YouTube en
2010 una versión de lectura colectiva de la obra con gran éxito: se convirtió
en una sesión continua de tres días en la que participaron 2.149 personas.
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